jueves, 29 de marzo de 2007


Este es el resumen y la traducción de una nota chistosa que me encontré por ahí:

Milagros García dice ser un híbrido humano-extraterrestre. El análisis del ADN de esta puertorriqueña ha arrojado resultados tan extraños e interesantes que el investigador que los realizó quiere conocerla para recabar más información. El doctor (nunca apareció el nombre del sujeto) no está interesado en el tema extraterrestre, pero sí quiere saber por qué el ADN de esta mujer tiene cualidades tan raras (¿cuáles?). La señora García dice que es el producto de un encuentro cercano del tercer tipo. Un caso similar es investigado en New Paris (¡sí, existe una ciudad llamada así!), Ohio. Una mujer dice tener cualidades excepcionales y se ha comprobado que puede desempeñarse bien con sólo dos horas de sueño diarias. Omnec Onec dice que es una extraterrestre hembra que llegó a la Tierra en 1955 y que nació hace 246 años terrestres (la Gordillo nació hace más, por ai del jurásico) y fue criada en el planeta Venus en un pueblo llamado Teutona, un lugar cuyo nombre evidencia los primeros contactos entre Venus y la Tierra, incluido un viaje a Venus realizado por un científico alemán. La mujer dice que vivió en un plano astral (sin necesidad de un cuerpo) hasta que fue designada por sus líderes para hacer un viaje a la Tierra trayendo un mensaje de paz y hermandad (chale, todo iba bien hasta aquí). Después de aterrizar en la Tierra sustituyó a una niña de siete años que fue atropellada por un camión. Fue criada en Chattanooga, Tennessee, por la abuela de Sheila, la niña del camión. Durante su infancia nunca habló se su orígenes cósmicos; se casó y se mudó a Chicago, donde crió tres hijos. Trabajó como mesera en un bar, como diseñadora de ropa y como cajera. Sin embargo, ya en su adultez temprana empezó a manifestar su segunda misión: ofrecer a la humanidad una advertencia de su relación con el espíritu (SIC). Omnec dice que fue entrenada para vivir como un ser humano en un antiguo monasterio del Tibet.


Este texto nos enseña, por lo menos, tres cosas:

Cómo no se hace una nota periodística.
Que Mausán tiene poca imaginación y nulo ingenio para inventar y relatar jaladas.
Que el thiner daña.

(Suponemos que la venusina es la de la izquierda y la boricua la de la derecha. Lo que sea de cada quien, se ve que han tenido problemas con los fusibles.)