¿En qué consiste la terapia prehistórica? Meterse en algún lugar calientito y cómodo (o sea, la cama) y estacionarse ahí, todo el día de ser posible. Dormir y dormir lo más posible. Lo intenté, y casi lo consigo, de no ser porque un escuincle prehistórico estuvo llorando en la cueva de interés social de a lado desde las 6 de la mañana y porque, como a partir de las diez y hasta las doce, unos neandarthales callejeros estuvieron emitiendo gritos y otros sonidos inarticulados con algún primitivo propósito que no alcancé a dilucidar. En serio, cuando me levanté de la cama me pregunté cómo era posible que en "esta economía" terrible y despiadada individuos tan elementales pudieran sobrevivir. Parece exageración, pero no. Dos sujetos estuvieron jugando por horas el juego "yo grito como si me estuvieran matando, tú te ríes". Durante todo ese tiempo no les escuché decir una palabra.
martes, 9 de junio de 2009
Katuno 2.0
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