lunes, 30 de julio de 2007

Poema nulo


Este poema no me lo quisieron publicar en cierta revista en cierto momento (pese a que no fue idea mía mandarlo). Con esta es la segunda vez que en una publicación me piden un texto ex profeso y no lo echan a prensa. La primera fue para tal publicación que me da vergüenza contarlo. Es más, de puro berrinche, ya ni me lo quería publicar yo en este blog, pero bueno, a riesgo de que se quede ahí por los siglos de los siglos, viene de ai.

Anécdota: me he dado cuenta que en el idioma español usamos mucho "entonces". Corrijo por ahora un libro de cálculo (¿¿¿'''???) y he quitado como 100 entonces en 50 cuartillas.


En la imagen, la Mata Hari en sus meros juguetes, nomás porque sí.


Flores para la patria

A las siete en punto el alba tiene un camión de basura junto al fresno cargado de luz que es extraoficialmente en doctor jiménez casi esquina con martínez del río un tiradero de basura observo tres pisos a salvo del olor naranjas podridas zapatos huérfanos vísceras rojas con lunares violetas papel de baño en bolsas transparentes pañales obscenos y pródigos televisores destripados sillones pulguientos que fueron escupidos por la bocaza húmeda de la madrugada cuando los gatos y los pepenadores arrancan valor al desperdicio a esa hora uno sabe que no está solo porque un niño ha encontrado un carrito de pilas que todavía sirve vomita un borracho o pelean un par de gatos por algo que probablemente sea un pescuezo de pollo la madrugada tiene un leve olor a podrido y en lo amplio de su espacio se oyen crujir bolsas alguna metálica vocal de lata mordiendo un muro pasos amedrentados por el silencio pertinaz no se escuchan conversaciones acaso toses de pronto risas algún grito abre un fino ojal en las almohadas exige respeto la hora o la basura no se sabe pero es bastante bueno dragar en el agua turbia de los sueños con un arnés prendido a un fresno nebuloso y fresco antes de las siete de la mañana sin horario de verano un viajero lejano y obsesivo comienza a alborotar a la población sencilla de las copas de los árboles mientras una voz de tenor grita una o dos cuadras al centro gaaaaass y alguien sin falta toca un claxon de tarzán entonces llega el camión de la basura que extraoficialmente canta la diana a la patria en estos puntos cardinales a paladas los trabajadores suben los restos expuestos la reventada fiesta de la basura y sus colores de arrabal furioso van a dar a la boca hambrienta del camión ¿a quién pertenece la basura? ¿a quienes la hacen? ¿a quienes viven de ella? ¿a quienes la recogen? nunca se llevan todo siempre hay un calcetín escurrido el borde de la banqueta o una cáscara de plátano o una latita de chiles un pedal de bicicleta la operación una especie de extraoficial encubrimiento de hechos apenas dura quince minutos los perros ladran de hambre o por ocio una cortina metálica abre los escaparates al día el amanecer oficialmente recibe a la patria veinticuatro exactas horas después entonces la amo dulcemente chorreada de jugo de mandarina en sus azoteas y en mi armario a veces una paloma blanca perfecta y necia recibe un certero escupitajo de sol ¿es esto un milagro o sólo una buena fotografía? el resto del tiempo mi patria se parece más al fresno de la basura la aprecio y la necesito con un poco de renuencia porque sé a mitad de la madrugada que por su causa el silencio y el vacío no conocen mi domicilio.

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